Vivimos en un momento de transición histórica, nuestra visión del universo está cambiando por completo...

Y lo que es un suposición para muchos, podría ser un hecho en pocos años. Hay más vida en el universo...

¿Por qué la Luna y el Sol tienen el mismo tamaño en el cielo?

Es una de las piezas más maravillosas de teatro natural. Teniendo en cuenta que pasas la mayor parte de tu vida en la misma zona de la superficie terrestre, puedes haber sido testigo de ello una vez, o, si eres particularmente afortunado, tal vez dos. Pero por un eclipse solar total vale la pena esperar. La conjunción del Sol y la Luna es tan perfecta que los rayos de Sol sólo pueden llegar a nosotros a través de los escarpados valles de la superficie lunar, creando el espectacular efecto de “corona de diamantes”, o “perlas de Baily”.


Todo esto viene dado por una sorprendente coincidencia. El Sol es unas 400 veces más grande que la Luna, pero está también 400 veces más lejos. Es por ello por lo que los dos cuerpos aparentan el mismo tamaño en el cielo, una situación única de entre los ocho planetas del Sistema Solar y las 166 lunas conocidas. La Tierra es también el único planeta que alberga vida. ¿Pura coincidencia?

Pues sí, así lo creen los astrónomos. Pero quizás no es tan sólo una “simple” coincidencia. Nuestra luna es diferente. Se cree que la mayor parte de las lunas de los grandes planetas exteriores –Júpiter, Saturno, Urano, y Neptuno- se han originado o bien mediante la acreción de material en el campo magnético de un planeta (como una versión en miniatura de la formación de los planetas del Sistema Solar), o mediante la posterior captura gravitacional de pequeños cuerpos de paso. La segunda posibilidad es pensada para explicar la existencia de los dos pequeños satélites de Marte, Deimos y Fobos, las únicas lunas –a excepción de la terrestre- presentes en el interior del Sistema Solar.


'Corona de diamantes' o 'Perlas de Baily' en un eclipse total de Sol.

Pero nuestra luna es simplemente demasiado grande en relación al tamaño de la Tierra para haberse formado fácilmente por cualquiera de los procesos anteriormente mencionados. Los científicos planetarios creen que sólo hay una posible explicación: en los primeros 100 millones de años del Sistema Solar, cuando los restos espaciales seguían rondando alrededor del interior del Sistema Solar, un objeto del tamaño de Marte chocó violentamente contra la Tierra. Ese impacto remodeló radicalmente nuestro planeta, expulsando una enorme cantidad de escombros que finalmente se solidificaron dando lugar a nuestra luna.

Y aquí viene la mejor parte. Una luna tan grande es una gran ayuda para la vida en la Tierra. Como la Tierra gira sobre su propio eje, tiene una tendencia natural a tambalearse debido a la variación de las fuerzas que actúan sobre ella por parte de otros cuerpos como el Sol. La gravedad de la Luna reduce este tambaleo, impidiendo inestabilidades rotacionales que de otra manera causarían dramáticos cambios climáticos en la Tierra a lo largo del tiempo. Dichas inestabilidades hubieran hecho mucho más difícil el comienzo de la vida en nuestro planeta, o, tal vez, lo hubiesen imposibilitado.


La posición de la Tierra en la “zona habitable” en órbita al Sol donde el agua líquida es abundante es, sin duda, el factor más importante en su fertilidad. Pero la presencia de su gran luna –lo suficientemente grande para causar eclipses totales- podría haber sido crucial. De ser así, tiene importantes consecuencias para la búsqueda de vida en otros planetas.


Eclipse total de Sol visto desde California
en 1992.

Desde el impacto que la creó, la Luna ha estado alejándose continuamente de nosotros, actualmente unos 3.8 centímetros al año. Los dinosaurios no podían disfrutar de estos maravillosos espectáculos que son los eclipses de la misma forma en que lo hacemos nosotros, ya que la Luna estaba demasiado cerca en aquellos tiempos hace 200 millones de años, y tapaba completamente al Sol, por lo que el perfecto solapamiento de hoy en día no era tan espectacular. De la misma forma, ningún habitante de la Tierra tendrá la oportunidad de presenciar un eclipse total dentro de cientos de millones de años, una vez que la Luna se haya separado lo suficiente hasta llegar a parecer pequeña en el firmamento.

Estamos hechos de y por casualidades. El Universo no es sino un ballet de números. El porqué de que el Sol sea 400 veces más grande que la Luna pero sin embargo la Luna esté 400 veces más cerca, el porqué de que el único planeta del Sistema Solar potencialmente habitable sea la Tierra… Pero las coincidencias son sólo coincidencias, por lo que si fueses lo suficientemente afortunado de presenciar un eclipse total de Sol durante tu vida, considera esta fascinante posibilidad: que esa gran Luna podría ser la razón por la que tú estás aquí. Al fin y al cabo el Universo es, a efectos prácticos, infinito, y nosotros tan sólo pequeños frutos de una cadena de coincidencias.

Fuente: Newscientist.com

edición: Pablo Álvarez

Sondasespaciales.com

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